Combustible para el cerebro

Por Jake Bekemeyer – Equipo de Educación Nutricional de Gleaners

La comida alimenta nuestro cuerpo y nuestra mente. Pero el tipo de comida que elijas puede influir en si te sientes con energía, con ganas de empezar el día o si te sientes lento y aletargado. Para sentirte mejor, prueba estos cambios de alimentos a continuación.

El desayuno, como primera comida del día, marca la pauta de tu energía y concentración, por lo que es fundamental asegurarte de alimentar tu cerebro adecuadamente. Si bien la cafeína y las opciones azucaradas pueden darte un impulso rápido, un desayuno equilibrado te proporcionará energía más duradera y constante.

En lugar de cereales azucarados, prueba la avena o el trigo desmenuzado. Cambia el jugo por frutas enteras y el café por té verde, infusiones o agua. Y en lugar de donas o pasteles, las tostadas o bagels integrales con queso crema bajo en grasa o mantequilla de cacahuete son excelentes opciones.

Y no podemos olvidarnos de los huevos. Son ideales para cualquier comida, pero por la mañana, un revuelto rápido o una taza de huevos en el microondas puede aportar una energía, proteínas y grasas saludables excelentes.

El almuerzo es otra comida que a veces puede parecer apresurada, sobre todo cuando no se come en casa. Opciones como papas fritas, refrescos, dulces y comida rápida son rápidas, fáciles y sabrosas, pero no nos aportan la energía duradera que necesitamos para afrontar el día.

En lugar de una hamburguesa de comida rápida, prueba un wrap vegetariano o un sándwich de pavo. En lugar de dulces, elige fruta. Sustituye los refrescos por agua o leche, y las patatas fritas por cacahuetes, almendras, pipas de girasol o cualquier otro fruto seco o semilla que te guste.